viernes, 2 de noviembre de 2007

El Adios

El miércoles pasado Angie me pidió que la acompañara al DF con su familia a dejar a su hermana Betty al aeropuerto porque se iba un año a Barcelona a estudiar una maestría.

Y me tocó vivir de espectador lo que siempre me había tocado vivir como protagonista, me toco vivir desde afuera un “adios”.



La primera vez que yo recuerdo haber dicho “adios” porque me iba por un periodo largo fue a los 12 años, que me fui a estudiar un año a un internado en los Estados Unidos (me fui a Oaklawn Academy, que está en el estado de Wisconsin).

Recuerdo que me fui con otros 10 chavos de Tijuana, y recuerdo que yo era el único ese día, en el aeropuerto de San Diego, que no estaba llorando. No estaba ni preocupado, sólo estaba lleno de curiosidad, curiosidad por ver que me esperaba. En el año que estuve fuera no lloré una sola vez (como fue el caso de muchos niños), más bien me dedicaba a disfrutar la oportunidad que se me estaba dando. Y lo estaba disfrutando tanto que a medio año de estar fuera, le empecé a comentar a mi papá que quería quedarme un año más…cosa que con mucho trabajo y esfuerzo mis papás lograron darme.

Después de esos dos años regresé a Tijuana a estudiar tercero de secundaria y la prepa. Y durante ese tiempo yo de cierta manera ya sabía que esos serían mis últimos cuatro años en Tijuana, porque terminando la prepa regresaría al internado, pero esta vez yo como asistente de disciplina de los niños, cosa que hice por dos años.

Recuerdo que durante la prepa cuando comíamos en familia después de clases, o hacíamos fila para ir a Estados Unidos de compras o lo que sea en los fines de semana, o cuando veía el futbol con mi papá en la casa, yo ya tenía en mente que estaba viviendo los últimos momentos en que los 5 (mis papás, mis hermanas y yo) estaríamos viviendo bajo el mismo techo.

Y así fue, porque cuando terminé la prepa me fui dos años a trabajar al internado, después me fui dos años a Cholula a estudiar la carrera, después un año a Madrid de intercambio, y desde que regresé de Madrid llevo dos años y medio en Cholula. Osea llevo ya 7 años y medio que no vivo en Tijuana, sólo regresando en vacaciones de navidad o de verano.

El “adios” lo he dicho infinidad de veces, muchísimas veces, y no es cierto que entre más lo hagas cada vez es más fácil, al contrario, últimamente me doy cuenta que más trabajo me cuesta.

Pero como dice una canción de R.E.M. “It is easier to leave, than to be left behind”, y es cierto, porque a final de cuentas los que se quedan atrás son los que ven el cuarto vacío que uno deja, la silla vacía en el comedor del hogar, la ausencia de ruido de música que salía del cuarto, y queda sólo el vacío que unas fotos colgadas en las paredes a cada rato recuerdan que había una persona que vivía ahí: “y ese de la foto quien es?”…“Es mi hijo, pero está en Wisconsin estudiando, es mi hijo pero está en Wisconsin trabajando, es mi hijo pero está en Cholula estudiando, es mi hijo pero está en Madrid de intercambio, es mi hijo pero está en algún lugar de Europa vijando de mochilazo, es mi hijo pero se fue a Argentina a un concierto, es mi hijo pero…pero…pero…”

A mi familia le he dado muchos “peros” y siempre han apoyado. Y aunque cada vez me cuesta más trabajo decir “adios” también es cierto que lo difícil de ese momento sólo me ha durado eso…un momento.

Y fue precisamente de lo que me di cuenta cuando veía a Betty despedirse de su familia entre lágrimas, porque en mi caso, siempre después de ese momento difícil y de nostalgia, en el momento en que me subo al avión, o al camión, o a lo que sea que me va a transportar, me entra esa curiosidad e incertidumbre que me siempre me ha fascinado, de no saber que te espera, que te vas a encontrar en el camino, que nuevas historias estarán a punto de escribirse para luego contarlas, ese sentimiento en el que sabes que lo único seguro es que no hay nada seguro, y me imagino que algo similar debió haber sentido Betty al tomar su asiento en el avión, y abrocharse el cinturón.

Pero yo, yo ya no quiero decir adios, más bien, no te quiero decir adios

3 comentarios:

Jose Galan dijo...

Insisto, escribes un buen! Saludos!

Uli dijo...

Gabo Gabo Gabo.. el amor te esta suavizando eh

Anónimo dijo...

Hola Andariegus, realmente escribes muy bien. relatas muy bien.
si no la haces como canntante, futbolista,reportero etc. etc. Puedes te aseguro ser un GRAN ESCRITOR DE LIBROS DEL GENERO que Tu quieras.
Te Felicito. Y piensalo.
Ana.